jueves, 19 de noviembre de 2015

Las niñas y los niños como actores sociales



El objetivo de este artículo es reflexionar sobre el concepto de infancia en la sociología en general mediante el análisis de las ideas de socialización en sociólogos clásicos y contemporáneos, y las principales premisas teóricas de un campo de estudios emergente denominado “Sociología de la Infancia”. Esta perspectiva comprende a la niñez como una categoría permanente en nuestras sociedades, aunque sus miembros se renueven constantemente– y como un fenómeno social mente construido y variable en términos históricos. Además, se ve a las niñas y los niños como actores sociales que participan de diversas maneras en la vida social, aunque de forma diferente a las personas adultas, tal vez por eso no siempre su acción social es visible para toda la sociedad.





Como objeto de conocimiento científico, la infancia ha ido ampliando progresivamente sus perspectivas. El predominio de los paradigmas evolutivos y de la socialización no ha impedido que emerjan y se consoliden, en el ámbito de las ciencias sociales, otros enfoques, entre los que se encuentra la llamada “nueva sociología de la infancia”. Esta subdisciplina se apoya en dos ideas clave:
la consideración de las niñas y los niños como actores sociales, y de la infancia como un componente permanente y estable de cualquier estructura social. Esta concepción moderna de la infancia conecta bien con los principios contenidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) aprobada por las Naciones Unidas en 1989 y ratificada por España en 1990.
La infancia es considerada en la nueva sociología, como un espacio temporal, pero también como el espacio social en el que se desarrolla la vida de las niñas y los niños.
La infancia como fenómeno social tiene una entidad que va más allá de los años que dura la etapa de infancia en la experiencia vital de las personas, es una realidad social mente construida que, como tal, presenta variaciones históricas y culturalmente determinadas. Comprende el conjunto de mandatos, pautas y normas de conducta que se asocian al modo de ser niño, niña o adolescente en un momento concreto. La infancia constituye una parte permanente de la estructura social, que interactúa con otras partes de esa estructura.
Las niñas y los niños representan el futuro, pero sobre todo son el presente, y deben ser respetados como sujetos sociales con sus propias visiones, ideas y sentimientos. Los cambios que se producen a nivel macro estructural les afectan de modo semejante, pero no igual, que a las personas adultas y juegan un papel activo y responsable en el diseño de su propio espacio de vida. La sociología de la infancia se propone estudiar las visiones, las ideas y las actividades de los niños, niñas y adolescentes como actores sociales, así como sus condiciones de vida y sus relaciones con el mundo social.
La investigación aplicada al conocimiento de las condiciones de vida de los niños y niñas, en una perspectiva local o comparada no requiere metodologías ni técnicas ajenas a las que son comunes en sociología, pero sí una aproximación a las formas concretas en las que se manifiestan sus actitudes y sus pensamientos. Su participación en los procesos de investigación y análisis social es también un requisito en la investigación sociológica acerca de la infancia.
El concepto de infancia viene evolucionando a lo largo de la historia. En los últimos años se ha producido una mayor atención al desenvolvimiento de los seres humanos en esta etapa de la vida concretándose, entre otras cuestiones, en el interés hacia los derechos de la  infancia. Ello se ha debido principalmente a dos evoluciones importantes: la imagen cambiante de la niña y el niño y el proyecto de los derechos humanos.
En 1989 este proceso se ve reforzado por la aprobación, por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Se inaugura así un nuevo periodo en el que se reconoce a las personas menores de edad derechos sociales, económicos, culturales y políticos, atribuyendo la condición de ciudadanía al colectivo infantil. En la actualidad, la CDN constituye la principal y más aceptada normativa internacional en materia de DERECHOS HUMANOS.
La CDN nos sitúa ante el reto de conocer cuál es la situación social de la infancia y la adolescencia. Los países que la han ratificado están obligados a presentar informes con datos, hasta ahora invisibles social mente. Ahí quiere estar también la sociología de la infancia, acompañando este proceso de tomar la parcela de poder social  que le corresponde al colectivo infantil y adolescente como meta, y sobre todo como derecho.

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